martes, 14 de julio de 2009

Nuestro Dios

Nuestro Dios no nos pierde de vista, como una madre que está vigilando al hijito que da los primeros pasos. «Abraham, dice el Señor, anda en mi presencia y la hallarás en todas partes». «¡Dios mio!, exclama Moisés, servios mostrarme vuestra faz: con ello tendré cuanto puedo desear» (Ex 23, 13). Cuán consolado queda un cristiano, al pensar que Dios le ve, que es testigo de sus penalidades y de sus combates, que tiene a Dios de su parte.

Santo Cura de Ars
Sermón sobre el Corpus Christ

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Querido hermano en Cristo espero tus palabras. Entre todos nos unimos en comunion de oracion.
Un abrazo