Amigos que pasan y dejan su huella aqui. Gracias por estar .Paz a tu corazon

Recuerda amigo cuando entras a la Casa de Dios pisas Tierra Sagrada.

La Casa de Dios es el lugar más Santo de todo el universo. Cada vez que entres ,recuerda que allí ,vive Jesús en el Sagrario y te espera con AMOR.

Vístete decorosamente, apaga tu celular y ten fe que todo lo que pidas, si eres respetuoso , piadoso en tus actitudes y posturas en el Templo, sera recibido por el Señor con agrado .

Y tu alma ya no será la misma.

Haz silencio. Busca cerrar tus ojos y quédate quieto. Dios esta en su Casa. El Amor puede hablarte íntimamente .

Mi deseo es que Dios se manifieste en ti.


Cristo Resucito, DIOS VIVE ENTRE NOSOTROS

miércoles, 15 de julio de 2009

Comunion de los Santos. Frases de algunos santos .

Comunion de los Santos. ¿Como te lo diria?ó¿Ves lo que son las transfusiones de sangre para el cuerpo? Pues así viene a ser la Comunion de los Santos para el alma (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 544).

Venimos a ser como una comunidad civil, en la que cada uno contribuye con la cuota asignada, aportando cada uno en la proporción de sus fuerzas, lo que podriamos llamar su cuota de sufrimientos. La medida total de sufrimientos de todos los hombres no estera colmada hasta el fin del mundo (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 61).

De la misma manera que en un cuerpo natural la actividad de cada miembro repercute en beneficio de todo el conjunto, así también ocurre con el cuerpo espiritual que es la Iglesia: como todos los fieles forman un solo cuerpo, el bien producido por uno se comunica a los demás (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,1. c. ,99).


A menudo es la intercesión de los santos lo que nos alcanza el perdon de nuestros pecados (CASIANO, Colaciones,20).

Hijo: ¡que bien viviste la Comunion de los Santos, cuando me escribias: "ayer "senti" que pedia usted por mi"! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 546).

Hacemos oraciones comunes intensas por nosotros mismos. . . y por todos los demás que se hallan en todas partes (SAN JUSTINO, Apología la,65).


La necesidad nos obliga a rogar por nosotros mismos, y la caridad fraterna a pedir por los demás. Es mas aceptable a Dios la oración recomendada por la caridad que la que es impulsada por la necesidad (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt l, p. 354).

Condiciones que debemos tener presentes al momento de ir a comulgar con el Señor.


Si hay pecado mortal, hay que arrepentirse y confesarse antes de comulgar. Mejor es quedarse sin comulgar que comulgar indignamente y pecar más gravemente con una comunión así.

¿Hay otras condiciones para comulgar?

Sí. El ayuno eucarístico. Consiste en no haber comido, ni bebido nada, salvo agua o alguna medicina indispensable, 1 hora antes de comulgar.

NOTA: Chicle no es agua: es comida, pues es una sustancia que se ingiere al masticar. Así que el chicle hay que dejarlo 1 hora antes de comulgar. Y, aunque no se vaya a comulgar, por respeto al milagro tan grande que está sucediendo en la Misa, no se debe estar comiendo chicle.

Otra condición es el vestido. Para comulgar y estar presente en Misa hay que estar vestido decentemente: sin escotes, ni faldas muy cortas, ni pantalones demasiado ajustados, etc.

¿Qué hacer antes y después de la Comunión?

Dándonos cuenta del significado de este misterio tan grande y tan inmerecido de nuestra parte, debemos tratar de prepararnos bien antes de comulgar.

Antes de comulgar, pedirle perdón a Dios por las faltas veniales que hayamos cometido, para poder recibirlo lo menos indignamente posible. Y darle gracias por el privilegio de estar allí con El y de recibirlo.

Después de comulgar podemos hacer actos de agradecimiento y de amor a Jesús por este regalo tan grande que es recibirlo, por haberse entregado por nosotros en la Cruz para salvarnos del pecado y de la muerte eterna.

¿Qué es lo más importante que sucede en la Santa Misa?


Lo central de la Misa es esto: que se hace presente el sacrificio de Cristo en la Cruz. En la Santa Misa se borran el tiempo y el espacio, aunque no nos demos cuenta. Y, cuando estamos en Misa, estamos en el Calvario y en la Ultima Cena. Cristo, el Salvador prometido en el Paraíso, muere por nosotros para darnos Vida Eterna.

. ¿Qué aplicaciones prácticas podemos darle al significado de la Misa para nuestras vidas?

* Asistir a Misa todos los Domingos. Es lo mínimo que nos requiere la Iglesia para aprovechar lo que Dios nos quiere dar en cada Santa Misa.
* Cuando estemos en Misa, pedir al Señor que podamos apreciar todo su significado y todo lo que El nos da con su Sacrificio en la Cruz, hecho presente en cada Misa.
* Comulgar con frecuencia, cada vez que vayamos a Misa. Pero comulgar bien preparados: sin tener pecado mortal que haya matado la Gracia, o sea, la Vida de Dios en nosotros.

¿Cuándo recibimos la Gracia Santificante, y como se aumenta?y mas acerca de la gracia

En el Bautismo.

* ¿Cómo se aumenta la Gracia Santificante?

Con los Sacramentos: Confesión y Comunión.

Con la oración.

Con la lectura y reflexión de la Palabra de Dios.

Con la aceptación cristiana del sufrimiento.

Con las buenas obras:

Amor a Dios: Dios primero que todo

Amor al prójimo: ayudarlo, servirlo,

perdonarlo

Estudio de las cosas de Dios

Evangelizando: llevando el mensaje de

Cristo

* ¿Cómo disminuye la Gracia Santificante?

Con los pecado veniales se debilita la Gracia.

* ¿Cómo se pierde la Gracia Santificante?

Con el pecado mortal, el cual expulsa a Dios de nuestra alma y nos separamos de El.

* ¿Cómo se restaura la Gracia Santificante?

Con la Confesión, comenzando con el arrepentimiento, pero cumpliendo las otras condiciones de la Confesión. ¿Cuáles son? Examen de conciencia, arrepentimiento, propósito de enmienda, confesión ante el Sacerdote y cumplir la penitencia.

¿Qué es el alma?

Los seres humanos pensamos y podemos tomar decisiones. Eso es el alma: entendimiento para pensar y voluntad dotada de libertad para optar por una cosa u otra, y por el bien o por el mal.

* Pero los seres humanos tenemos la posibilidad de tener una vida que nos eleva aún más. ¿Cuál es esa vida?

Es la Vida de Dios en nosotros. Eso se llama Gracia.

* ¿Cuándo se pierde la Vida Espiritual, la Vida de Dios, la Gracia?

Al pecar gravemente, al cometer un pecado mortal, se muere la vida espiritual, se pierde la gracia, perdemos la Vida de Dios.

Memorización Cita y texto: Jn. 15, 5-6:

“Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, pero sin Mí no pueden hacer nada. Al que no permanece en Mí lo tiran y se seca, como a las ramas, que las amontonan, se echan al fuego y se queman”.

Santos niños



Invoquemos a los santos niños ellos viven en la Gloria y son nuestros intercesores.
En los vinculos pueden leer sus historias.

Santo Domingo Savio ruega por nosotros
Beata Laura Vicuña ruega por nosotros
Santa Maria Goretti ruega por nosotros
Santos Justo y Pastor rueguen por nosotros






/santos/domingo_savio.htm
http://corazones.org/santos/maria_goretti.htm
http://www.corazones.org/santos/laura_vicuna.htm
.www.devocionario.com/​santos/​justo_​pastor_​
·

Los que no están en gracia de Dios, ¿participan de la Comunión de los Santos?


Los que no están en gracia de Dios participan de la Comunión de los santos solamente en cuanto pueden alcanzar algunos beneficios del Señor y sobre todo, la gracia de la conversión.

¿Amigos han experimentado la comunion con los santos? ¿Tu de que santo eres devoto?¿ sientes su presencia?

Amigos compartamos aqui nuestras experiencias con los santos.

Los espero participando.
adri

martes, 14 de julio de 2009

Nuestro Dios

Nuestro Dios no nos pierde de vista, como una madre que está vigilando al hijito que da los primeros pasos. «Abraham, dice el Señor, anda en mi presencia y la hallarás en todas partes». «¡Dios mio!, exclama Moisés, servios mostrarme vuestra faz: con ello tendré cuanto puedo desear» (Ex 23, 13). Cuán consolado queda un cristiano, al pensar que Dios le ve, que es testigo de sus penalidades y de sus combates, que tiene a Dios de su parte.

Santo Cura de Ars
Sermón sobre el Corpus Christ

lunes, 13 de julio de 2009

San Juan de la Cruz.Doctor de la Iglesia, Lee algunos escritos aqui









Avisos a un Religioso para alcanzar la perfección

Avisos Espirituales

Epistolario

La Noche oscura

Cronología - Espiritualidad



San Juan de la Cruz, Doctor de la Iglesia

Vida de San Juan de la Cruz



Dios desde la Noche, la Hermosura y el Senti

CONSUELO/CONSOLACIÓN -

Acercamiento a San Juan de la Cruz,

sábado, 11 de julio de 2009

Sobre el amor propio y los perjuicios que causa en el alma


"Cuando uno se ha vencido o ha ejecutado alguna buena acción, se siente cierta complacencia y satisfacción que lo estropea todo, y nos lo hace perder todo, si no ponemos mucho cuidado. ¡Qué desgracia cuando, después de haber hecho algunos sacrificios, alguna auto-negación de actitudes o palabras o cualquier otra cosa, terminamos complaciéndonos en nosotras mismas! Pero mirad: si no se puede nunca, o rara vez, hacer el bien sin que nos quede alguna satisfacción, esto no es malo; la que echa a perder todo es el entretenerse y complacerse en ello.

Y ¿qué hacer entonces? Hay que ahuyentar y aniquilar todos los pensamientos de complacencia y vana satisfacción, humillarse y procurar su desprecio, dar a Dios la gloria de todo y reconocer que nada podemos por nosotras mismas. O sea que no se debe buscar más que la gloria de Dios en todas las cosas y no hacer nada sino para complacerle."
Santa Juana Chantal

San Benito de Nursia Fiesta: 11 de julio

480-547
Abad, Patrón de Europa y Patriarca del monasticismo occidental.
Lema: "Ora y Labora", representado emblemáticamente por el arado y la cruz.
Etimología: Benito: "bendecido"

No antepongan nada absolutamente a Cristo -de su regla de vida

San Benito nació de familia rica en Nursia, región de Umbría, Italia, en el año 480. Su hermana gemela, Escolástica, también alcanzó la santidad.

continua en comentario 1 a 12

viernes, 10 de julio de 2009

El Papa explica por qué los católicos veneran reliquias de los santos

En la Audiencia General de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI explicó, a partir de las enseñanzas de San Juan Damasceno, que los católicos veneran "las reliquias de los santos sobre la base de la convicción de que los santos cristianos, al haber participado en la resurrección de Cristo, no pueden ser considerados simplemente como ‘muertos’".

El Santo Padre dedicó su catequesis de los miércoles a San Juan Damasceno (675-749), una "figura importante en la historia de la teología bizantina" recordada sobre todo por sus tres "Discursos contra los que calumnian las santas imágenes", que fueron condenados tras su muerte por el Concilio iconoclasta de Hieria (754)".

En estos discursos "aparecen los primeros intentos teológicos de legitimar la veneración de las imágenes sagradas, vinculándolas con el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios en el seno de la Virgen María", indicó el Papa।

continua en comentario

Santos patronos


Un santo puede ser declarado patrón de un país, diócesis o institución religiosa. También hay santos patronos de diferentes gremios y causas। Además, todos podemos elegir un santo patrón de nuestra devoción como modelo e intercesor.

SANTOS PATRONOS

A B C D E F G H I J L M N O P R S T V W Z

AbogadosRaimundo de Peñafort
Tomás Moro
Actores Juan Bosco
AduanerosMateo
Agentes de Propiedad Teresa de Ávila
AgricultoresIsidro el Labrador
AlbañilesAntonio de Padua
AlpinistasBernardo de Mentón
Amas de casaAna

Animales domésticos

Antonio Abad
AnunciantesBernardino de Siena
AprendicesJuan Bosco
ArquitectosTomas Apóstol
Arte

Catalina de Bolonia

ArtillerosBárbara
AseguradoresNuestra Sra del Perpetuo Socorro
AstillerosCristóbal

Atletas


Los santos interceden por nosotros

En virtud de que están en Cristo y gozan de sus bienes espirituales, los santos pueden interceder por nosotros. La intercesión nunca reemplaza la oración directa a Dios, quién puede conceder nuestros ruegos sin la mediación de los santos. Pero, como Padre, se complace en que sus hijos se ayuden y así participen de su amor. Dios ha querido constituirnos una gran familia, cada miembro haciendo el bien a su prójimo. Los bienes proceden de Dios pero los santos los comparten.

Los santos son modelos. Debemos imitar la virtud heroica de los santos. Ellos nos enseñan a interpretar el Evangelio evitando así acomodarlo a nuestra mediocridad y a las desviaciones de la cultura. Por ejemplo, al ver como los santos aman la Eucaristía, a la Virgen y a los pobres, podemos entender hasta donde puede llegar el amor en un corazón que se abre a la gracia. Al venerar a los santos damos gloria a Dios de quien proceden todas las gracias.

Sin duda hay quienes se desvían de una sana devoción y hasta existen personajes que son venerados popularmente al margen de la Iglesia y no son sino falsos santos. Estos errores no justifican que se descuide la auténtica devoción sino mas bien resalta la importancia de la catequesis.

La Iglesia no puede contar la cantidad de santos en el cielo

ya que son innumerables (por eso celebra la fiesta de todos los santos). Solo se consideran para canonización unos pocos que han vivido la santidad en grado heroico. La canonización es para el bien de nosotros en la tierra y en nada beneficia a los santos que ya gozan de la visión beatífica (ven a Dios cara a cara). Los santos en el cielo son nuestros hermanos mayores que nos ayudan con su ejemplo e intercesión hasta llegar a reunirnos con ellos.

COMO SER SANTOS

Benedicto XVI

El luminoso ejemplo de los santos despierta en nosotros el gran deseo de ser como ellos, felices de vivir junto a Dios, en su Luz, en la gran familia de los amigos de Dios. Ser santo significa vivir en la cercanía de Dios, vivir en su familia, y esta es la vocación de todos nosotros, confirmada con vigor por el Concilio Vaticano II.

Pero, ¿cómo podemos convertirnos en santos, amigos de Dios?. A esta pregunta se puede responder, ante todo, con un enunciado negativo: para ser santos no es necesario realizar acciones y obras extraordinarias, ni poseer carismas excepcionales. Luego viene la respuesta positiva: es necesario ante todo escuchar a Jesús y después seguirle, sin desalentarse ante las dificultades.

La experiencia de la Iglesia demuestra que toda forma de santidad, si bien sigue caminos diferentes, siempre pasa por el camino de la cruz, el camino de la renuncia a sí mismo. Las biografías de los santos describen a hombres y mujeres que, siendo dóciles a los designios divinos, afrontaron en ocasiones pruebas y sufrimientos inenarrables, persecuciones y martirios.

El ejemplo de los santos es para nosotros un aliento a seguir los mismos pasos y a experimentar la alegría de quien se fía de Dios, pues la única causa de tristeza y de infelicidad para el hombre se debe al hecho de vivir lejos de Él.

El camino que conduce a la santidad es presentado por el camino de las Bienaventuranzas. En la medida en que acogemos la propuesta [de Cristo ndr.] y le seguimos --cada uno en sus circunstancias-- también nosotros podemos participar en la bienaventuranza. Con Él lo imposible se hace posible.

Que es ser santo

Dios nos ha llamado y nos capacita a todos a ser santos: "Sean santos... porque Yo, el Señor, soy santo" (Lev 19,2; Mt 5, 48). Cristo vino al mundo para hacer posible nuestra santidad. Es por eso que en el Nuevo Testamento se le llama "santos" a los cristianos (1Cor 1, 12; Rm 1, 5; 1Pe 1, 15-16). Son santos solo si viven su fe (Apoc 21, 2.10). Los santos del cielo murieron en gracia de Dios. Su santidad comenzó en la tierra.

Los santos «han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo» (Hechos de los Apóstoles,15, 26).

Papa Benedicto XVI: "El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo".

Los hombres perdimos la vida de gracia al apartarnos de Dios por el pecado, pero Jesucristo nos reconcilió con el Padre muriendo por nosotros en la Cruz. Por el bautismo recibimos los méritos de ese sacrificio de Cristo, somos liberados del pecado e injertados en Cristo para ser Hijos de Dios y participar de su santidad. San Pablo usa la palabra "santos" para referirse a los fieles que viven la nueva vida en el Espíritu Santo. (2 Cor. 13,12; Ef. 1,1)

La Iglesia es una gran familia en la que Dios es Padre, Jesús el Hermano Mayor, el Espíritu Santo es el santificador que comunica amor entre los miembros de tal manera que, aunque no los hemos visto, podemos llegar a conocer y amar mucho a los santos. Ellos nos enseñan, guían e interceden por nosotros. María es la madre de la familia santa.

Aunque Jesucristo, el Sol de Justicia, ha sido rechazado por la humanidad, el cielo de la Santa Iglesia no ha dejado de tener su luz que ilumina a quien abra su corazón. Los santos son esas personas heroicas que brillan con el Señor.

Se le llama santo a lo que está consagrado al servicio de Dios, sea persona, cosa, lugar, tiempo।

Editado por el Padre Jordi Rivero

S.S. Benedicto XVI El cristiano, «ya es santo, pues el Bautismo le une a Jesús


S.S. Benedicto XVI, 1 nov, 2007: El cristiano, «ya es santo, pues el Bautismo le une a Jesús y a su misterio pascual, pero al mismo tiempo tiene que llegar a ser santo, conformándose con Él cada vez más íntimamente».

«A veces se piensa que la santidad es un privilegio reservado a unos pocos elegidos. En realidad, ¡llegar a ser santo es la tarea de cada cristiano, es más, podríamos decir, de cada hombre!».

«Todos los seres humanos están llamados a la santidad que, en última instancia, consiste en vivir como hijos de Dios, en esa “semejanza” a Él, según la cual, han sido creados»

«todos los seres humanos son hijos de Dios, y todos tienen que llegar a ser lo que son, a través del camino exigente de la libertad».

«Dios les invita a todos a formar parte de su pueblo santo. El “Camino” es Cristo, el Hijo, el Santo de Dios: nadie puede llegar al Padre si no por Él».

jueves, 9 de julio de 2009

La intercesión de los Santos

La Iglesia considera que aquellos que pertenecen a la Iglesia triunfante pueden interceder por nosotros ante Dios para que nos brinde su auxilio oportuno y nos ayude en nuestro camino hacia Él. Los ángeles que también están en comunión con Dios y ven constantemente su rostro también pueden interceder por nosotros. El catecismo a este respecto nos dice:

CIC 957: “Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad… no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra… Su solicitud fraterna ayuda pues, mucho a nuestra debilidad.”

Dice San Bernardo Abad, en uno de sus sermones ¿De qué sirven a los santos nuestras alabanzas?'

¿De qué les sirven los honores terrenos o nuestros elogios, si reciben del Padre celestial los honores que les había prometido verazmente el Hijo?

Los santos no necesitan de nuestros honores, mas sin embargo, la veneración de su memoria redunda en provecho nuestro. Despierta en nosotros dos deseos:

1. El de gozar de su compañía, tan deseable, y de llegar a ser conciudadanos con los bienaventurados, santos, patriarcas, mártires, apóstoles, confesores, las vírgenes, para resumir, asociarnos y alegrarnos juntos en la comunión de todos los santos.

2. Que como a ellos, también a nosotros se nos manifieste Cristo, que es nuestra vida, y que nos manifestemos también nosotros con él, revestidos de gloria.

La Comunión de los Santos: Santa Teresita y el Criminal Pranzini

Cuenta Santa Teresita del Niño Jesús que oyó hablar de un famoso criminal llamado Pranzini, condenado a muerte por crímenes horrendos. El criminal, que había oído en la cárcel su sentencia de muerte, no quería arrepentirse de su vida pasada; no quería confesarse y, por tanto, hacía temer su eterna condenación.

Santa Teresita, que entonces contaba unos catorce años de edad, con el candor y pureza de su alma, llegó a interesarse inusitadamente por Pranzini. Y queriendo ella librarle de la muerte eterna, ofreció a Dios los infinitos méritos de Jesucristo y los tesoros de la Santa Iglesia. Ella estaba persuadida de que por sí misma no lograría nada. Todo lo confiaba en el Amor y en la Misericordia de Cristo en la Cruz. Sintió un convencimiento íntimo de que Pranzini se iba a arrepentir. Mas con el fin de cobrar ánimos para proseguir en la conquista de las almas, hizo esta sencilla oración: «Dios mío, tengo la completa seguridad de que perdonáis al desdichado Pranzini: lo creería aunque no se confesase ni diese señal alguna de contrición; tanta es mí confianza en vuestra misericordia Infinita. Pero, Señor, es el primer pecador que os encomiendo; por tanto, os suplico que me concedáis tan sólo una señal de su arrepentimiento únicamente para consuelo de mi alma.»

Articulo escrito por Por Gabriel Marañon Baigorrí
Continua en comentario.

La canonización de los Santos

Muchos hermanos separados se preguntan: - Si todos somos parte de los santos ¿Por qué razón la Iglesia Católica proclama que algunos son santos?



La canonización de los santos por parte de la Iglesia antes que nada tenemos que aclarar que no tiene propósito alguno de quitar gloria a Dios, ni compararlos con Jesucristo quien es el Santo de Dios (Mc 1,24) y plenitud de todas las virtudes, sino que estos hermanos glorifican a Dios por su santidad, confirmando que al Dios que siguieron, es Santo.

La Iglesia reconoce a santos como todos los miembros de la Iglesia (1 Co 14,33), así seamos los más pecadores, somos parte del pueblo de Dios, a quien se llama santos, pero la Iglesia hace un reconocimiento especial de esos miembros de la Iglesia que han llevado una vida recta con todas las cualidades de la santidad.



Nadie puede negar que san Pablo era pecador, pero después de conocer a Cristo fue un hombre que practicó la santidad y por eso lo llamamos “san”, así podemos decir lo mismo que el apóstol Juan, Mateo, etc. pero no solo personajes bíblicos, ha habido a través de los años, cristianos que amaron mucho a Dios, así sean laicos o dedicados al servicio de la Iglesia y por su amor a Dios les hemos reconocido como ejemplos a seguir y les hemos puesto el prefijo de “san”.



La Iglesia no hace santos, la iglesia los declara santos porque anduvieron muy cerca de Dios, quien es Todo Santo. La Iglesia no declara que tal o cual persona vivió en santidad para hacerla competir con Cristo, nadie compite con la santidad de Cristo, sino que Cristo es glorificado con la santidad de estos hermanos proclamados, pues ¿Que mejor honra podría tener el Todo Santo que alguien le haya imitado? Jesús nos invitó a seguirle y a ser santos (Mt 5,48) ¿Por qué perder esa oportunidad?

La Iglesia primitiva y la comunión de los santos

En la Iglesia primitiva abundó el fervor por los hombres de la Iglesia que mostraban mucha santidad, sobre todo cuando eran martirizados. Hay testimonios de sus invocaciones pidiendo intercesión, y también de procesiones con sus restos, como pasó con los restos de san Ignacio de Antioquia, que tuvo lugar desde su martirio (Roma) hasta Antioquia. En las catacumbas de la Iglesia primitiva se ven decenas de inscripciones con plegarias por el alma del cristiano muerto, inclusive hay unas que piden la intercesión de María y de algunos cristianos.



Policarpo de Esmirna antes de ser martirizado aparte de invocar a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, invocó a los Ángeles y a los santos mártires, según Eusebio de Cesárea en su primera narración de los acontecimientos de la Iglesia, a los mártires se les daba tributo, honores y culto de homenaje, no adoración, algo que creían los judíos de ese tiempo, es decir, los judíos creían que homenajear a un mártir era darle adoración como a Cristo “Historia Eclesiástica I”.



“(Policarpo) Finalmente terminó su oración, no sin antes mencionar a todos los que durante su vida habían tenido trato con él, de los humildes al igual que de los grandes, de ilustres lo mismo que de los sencillos, así como de toda la iglesia universal extendida por todo el mundo… pero el maligno, dispuso las cosas de manera que no pudiéramos llevarnos el cuerpo (de Policarpo) aunque muchos eran los deseosos de apoderarse de su santo cuerpo. En Efecto, Nicetas (un Judío) fue a rogar al emperador para que no se nos diera el cuerpo, diciendo: no valla a ser que abandonen a su Dios crucificado y adoren a este… ignoraba que nosotros jamás podemos abandonar a Cristo, que padeció por la salvación del mundo entero de los que se salvan, él inocente, por nosotros pecadores, ni jamás daremos culto a ningún otro. Porque a él adoramos por ser hijo de Dios, mientras que a los mártires les tributamos un justo homenaje de afecto por ser discípulos imitadores del Señor… así pues, se hizo quemar el cadáver y nosotros nos llevamos sus restos, mas valiosos que las piedras preciosas y el oro, y los llevamos a un lugar adecuado. Allí nos concederá el Señor celebrar el natalicio de su martirio, reuniéndonos todos cuantos nos sea posible con júbilo y alegría”.



San Cipriano, obispo de Cartago, año 250 aprox. “De Lapsis”



15-17… Ciertamente creemos que por los meritos de los mártires y las obras de los justos tienen mucho poder delante de este juez (Jesucristo)…

COMUNION EN LAS COSAS SANTAS

La comunión en lo santo, -koinonía ton hagion-, es lo primero que confiesa la fe del Símbolo Apostólico: la participación de los creyentes en las cosas santas, especialmente en la Palabra y en la Eucaristía.

Yavé, Dios de la historia, ha entrado en comunión con su Pueblo a través de la Palabra y de la Ley, con las que se comunica para sellar «su alianza» con el Pueblo. La comunión con Dios, el Santo, no es, pues, obra del hombre. No son sus ritos, ofrendas, magia, cosas o lugares sagrados los que alcanzan la comunión con Dios. Es el mismo Dios quien ha decidido romper la distancia que le separa del hombre y entrar en comunión con él, «participando, en Jesucristo, de la carne y de la sangre del hombre» (Heb 2,14).

Esta comunión de Dios, en Cristo, con nuestra carne y sangre humanas nos ha abierto el acceso a la comunión con Dios por medio de la «carne y sangre» de Jesucristo, pudiendo llegar a «ser partícipes de la naturaleza divina» (2 Pe 1,4). Pues «en la fidelidad de Dios hemos sido llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro» (1 Cor 1,9).

Nuestro Señor Jesús puede ser designado Cristo de tres modos. El primero, en cuanto Dios, coeterno al Padre; el segundo, en cuanto, por la asunción de la carne, es Dios y Hombre; y el tercer modo es, en cuanto Cristo total en la plenitud de la Iglesia, es decir, Cabeza y Cuerpo, como «Varón perfecto» (Ef 4,13), del que somos miembros. Este tercer modo es, pues, el Cristo total según la Iglesia, es decir, Cabeza y Cuerpo, pues la Cabeza y el Cuerpo constituyen el único Cristo. Claramente lo afirma el Apóstol: «Los dos se harán una sola carne» (Gén 2,24) y precisa: «Gran sacramento es éste, lo digo respecto a Cristo y a la Iglesia» (Ef 5,31-32). Como el Esposo y la Esposa, así la Cabeza y el Cuerpo: porque «la cabeza de la mujer es el hombre» (1 Cor 11,3). Ya diga, pues, Cabeza y Cuerpo o Esposo y Esposa, entendemos una sola cosa ...La Cabeza es aquel Hombre que nació de la Virgen María... El Cuerpo de esta Cabeza es la Iglesia. No sólo la que está aquí, sino la extendida por toda la tierra; no sólo la de ahora, sino la que existió desde Abel hasta los que, mientras llega el fin del mundo, han de nacer y creer en Cristo, es decir, todo el pueblo de los santos, que pertenece a una Ciudad, la cual es el Cuerpo de Cristo, cuya Cabeza es El mismo. De ella son también conciudadanos nuestros los ángeles, con la diferencia que nosotros peregrinamos, mientras ellos esperan en la Ciudad nuestra llegada8.

Esta koinonía con Cristo se expresa en la aceptación de su Palabra, en el seguimiento de su camino por la cruz hacia el Padre, incorporándonos a su muerte para participar de su resurrección y de su gloria. Es lo que manifiesta San Pablo en tantas formas: «vivir en Cristo», «sufrir con Cristo», « crucificados con Cristo», «sepultados con Cristo», «resucitados con Cristo», «glorificados con Cristo», «Reinar con Cristo», «coherederos con Cristo», y hasta «sentados con Cristo a la derecha del Padre»". Toda la existencia cristiana es comunión de vida y de muerte, de camino y de esperanza con Cristo. La primera comunión en lo santo es, pues, «participación de la santidad de Dios», en Cristo Jesús.

La fe en Cristo nos lleva a la comunión con Cristo en la Iglesia. Cuando la fe languidece, Cristo se adormece y el cristiano, abandonado a sus fuerzas, corre el peligro de ser abatido por la tormentas de la vida, siendo arrastrado por la agitación de las tentaciones del mundo. Vivir la comunión con Cristo es no adormecerse ni dejarlo dormir. San Agustín contempla así la comunión de la Iglesia, arraigada en la fe en Cristo y en el amor fraterno. Comentando la primera carta de Juan (2,9;3,15) concluye que Cristo se duerme en quien rompe la comunión con el hermano, por el odio, quedando en las tinieblas y a merced de la agitación del mar:

A esto (1 Jn 2,9; 3,15) se refiere también aquello que habéis oído en el Evangelio: «La barca estaba en peligro y Jesús dormía» (Lc 8,23). Navegamos, en efecto, a través de un lago y no faltan ni viento ni tempestades; nuestra barca está allí y la invaden las tentaciones cotidianas de este mundo. Y, ¿cuál es la causa de esto, sino que Jesús duerme? Si Jesús no durmiera en ti, no sufrirías estas borrascas, sino que tendrías bonanza en tu interior, pues Jesús velaría contigo. Y, ¿que significa que Jesús duerme? Tu fe en Jesús se ha adormecido. Se levantan las tempestades de este lago, ves triunfar a los malvados y a los buenos que se debaten entre angustias: es la tentación, es la oleada. Y tu alma dice: Oh, Dios, ¿así es tu justicia, que los malvados triunfen y que los fieles se debatan entre angustias? Dices tú a Dios: ¿Es precisamente esta tu justicia? Y Dios te responde: ¿Esta es tu fe? ¿Son estas las cosas que te he prometido? ¿Te has hecho cristiano con el fin de triunfar en este mundo? ¿Te atormentas porque aquí triunfan los malvados, que luego serán atormentados por el diablo? ¿Por qué dices todo esto? ¿Que es lo que hace que te espanten los oleajes del lago? Que Jesús duerme, es decir, que tu fe en Jesús se ha adormecido en tu corazón. ¿Qué hacer para ser liberado? Despierta a Jesús y dile: «Maestro, estamos perdidos». La vicisitudes del lago se agitan: estamos perdidos. El se despertará, es decir, volverá a ti la fe; y, a su luz, verás que todos los éxitos que ahora alcanzan los malvados no perdurarán: de hecho, o los abandonan en vida o ellos los abandonarán cuando mueran. En cambio, lo que a ti te está prometido permanecerá para siempre. Lo que se les concede temporalmente, pronto lo perderán. Triunfan y florecen en verdad como flores de heno. «Toda carne es heno y toda su gloria como flor de heno. Secóse el heno y se cayó la flor; más la palabra del Señor permanece siempre» (Is 40,6-8; 1 Pe 1,24-25). Vuelve, pues, las espaldas a esto que cae y dirige tu mirada a lo que permanece. Si Cristo se despierta, la borrasca no agitará ya tu corazón, las olas no invadirán tu barca; porque tu fe manda a los vientos y a las olas y el peligro pasará10.

Juan, no ofrece al cristiano los éxitos del mundo, sino que nos comunica «la Palabra de vida» (1 Jn 1,1) para que participemos con él «en la comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo» (1,3-4)11. Esta comunión se realiza visiblemente en la Eucaristía: «La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso la comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo» (1 Cor 10,16-17).

La comunión de los santos, dirá J. Ratzinger, alude en primer lugar a la comunión eucarística; el cuerpo del Señor une en una Iglesia a la comunidad esparcida por todo el mundo. Consiguientemente, la palabra sanctorum no se refiere a las personas, sino a los dones santos, a lo santo que Dios concede a la Iglesia en su celebración eucarística, como auténtico lazo de unidad. La Iglesia se define, pues, por su culto litúrgico como participación en el banquete en torno al Resucitado que la congrega y la une en todo lugar.

Allí donde la comunidad se reúne y celebra a su Señor, los fieles, unidos entre sí, «comulgan con Cristo» y, al participar de vida y de su muerte, hacen pascua con El hacia el Padre. Por ello los creyentes en Cristo, reunidos en asamblea, celebran siempre el memorial del misterio pascual de Cristo y, de este modo, lo actualizan, haciéndose partícipes de él, entrando en comunión con él. Así los cristianos viven el misterio de la comunión con Dios.

Esta koinonía con Dios es don y fruto del Espíritu Santo en la Iglesia. Pablo se lo desea a los corintios, en el saludo final, con la fórmula de ayer y de hoy en la liturgia de la Iglesia: «La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con vosotros» (2 Cor 13,13). A esta comunión en el Espíritu, como lo más santo, se apela Pablo en su llamada a la unidad de los filipenses (Flp 2,1).

A la Iglesia fue confiado por el Señor «el Don de Dios» (Jn 4,10; He 8,20) para que, participando de El, sus miembros sean vivificados. En ella fue depositada la comunión con Cristo, es decir, el Espíritu Santo, arra de incorrupción (Ef 1,14; 2 Cor 1,22), confirmación de nuestra fe (Col 2,7) y escala de nuestro ascenso a Dios (Gén 28,12)12.

¿Qué es la comunión de los santos?

Comunión quiere decir "común unión"; y Comunión de los Santos quiere decir unión común con Jesucristo de todos los santos del cielo, de las almas del purgatorio y de los fieles que aún peregrinamos en la tierra.

Es la unión de todos los santos con la Cabeza de la Iglesia, que es Jesucristo, y de todos los santos entre sí. Los del cielo interceden por los demás; los de la tierra honran a los del cielo y se encomiendan a su intercesión, también oran y ofrecen sufragios por los difuntos del purgatorio, y estos también interceden a favor nuestro.

¿Qué es la comunión de los santos?

La comunión de los santos es la unión común que hay entre Jesucristo, Cabeza de la Iglesia, y sus miembros, y de éstos entre sí.

¿Quiénes son los miembros de la Iglesia?

Los miembros de la Iglesia son los santos del cielo, las almas del purgatorio y los fieles de la tierra.

Los que no están en gracia de Dios, ¿participan de la Comunión de los Santos?

Los que no están en gracia de Dios participan de la Comunión de los santos solamente en cuanto pueden alcanzar algunos beneficios del Señor y sobre todo, la gracia de la conversión

miércoles, 8 de julio de 2009

Veneración a los santos y a sus reliquias

La práctica de celebrar la liturgia sobre las tumbas de los mártires en las catacumbas de Roma, fue instituida por el Papa San Félix en el año 269.

En Africa del Norte, desde el siglo IV, las reliquias de los mártires eran objeto de culto privado, los fieles las llevaban sobre sí, encerradas en relicarios o en cajas de hierro.
En el siglo VI, los Papas decidieron que debían incluirse restos de mártires en los altares destinados a la celebración de la misa, en la llamada piedra de ara.

Las iglesias de Occidente enviaban a Roma peregrinos entre los siglos VI y IX, para que adquirieran huesos de mártires sepultados en las catacumbas.

En la época de la Contrarreforma, la Santa Sede se inclinó a “depurar” el santoral, cuando se encontraron actas apócrifas o dudosas, santos cuya existencia histórica no estaba comprobada y hechos controvertidos y disputados.

El 10 de mayo de 1969, Pablo VI, hizo una exclusión de 33 santos que nunca se comprobó que existieran, y que no deben ser nombrados en oraciones especiales en sus fiestas, fueron además borrados del catálogo oficial y del calendario litúrgico.

En el pontificado de Juan Pablo II ha proclamado más beatos, que en cuatro siglos todos sus predecesores juntos; y ha canonizado a más santos, de todos los que se contaban desde el siglo XVI.

CÓMO SE LLEGA A SER SANTO.

Un poco de historia
Desde la época del Papa San Clemente en el siglo I, se empezaron a investigar los procesos y las actas de martirio de los cristianos que habían sido sacrificados en tiempos de las persecuciones del imperio romano.
Inicialmente era el mismo fervor popular que proclamaba el culto a los santos, ya que “la voz del pueblo, es la voz de Dios”; más tarde, los obispos hicieron trasladar a sus diócesis las reliquias de un santo o mártir.
En la antigüedad el Papa oraba de rodillas ante la tumba del postulado a santo, le rendía culto, tocaba las campanas y así éste quedaba canonizado.
En los primeros siglos del cristianismo, se hicieron famosas las peregrinaciones como la ruta de Santiago de Compostela en España, o la tumba de los santos apóstoles Pedro y Pablo en Roma.
En el año 993, el Papa Juan XV intervino personalmente en este proceso al canonizar formalmente a San Ulrico de Augsburgo (Alemania).
Desde 1234 la canonización Papal es la única legitimada por la Iglesia Católica que a lo largo de estos siglos ha ido perfeccionando el proceso canónico que, partiendo aun hoy del sentir popular, tiene diversas etapas.
El Papa Sixto V, creó en el año 1588 la congregación para la de la Causa de los Santos, quienes investigan cuidadosamente todos los detalles de la vida, los escritos y los milagros de los “presuntos” siervos de Dios.
El Papa Urbano VIII estableció en el año 1634 las normas eclesiásticas para seguir dicho proceso jurídico, que se ha mantenido vigente hasta nuestros días.
Con la reforma del Código de Derecho Canónico en 1983 bajo el pontificado de Juan Pablo II, se facilitó el camino de beatificación y canonización.

DOCTORES DE LA IGLESIA

"Doctor/a de la Iglesia" es un título que la Iglesia (el Papa o un concilio ecuménico) otorga oficialmente a ciertos santos para reconocerlos como eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos.

De los ocho Doctores originales, cuatro eran Padres del Occidente: San Gregorio Magno, San Ambrosio, San Agustín, y San Jerónimo (proclamados Doctores en el 1298) y cuatro eran del Oriente: (1568): San Atanasio, San Juan Crisóstomo, San Basilio Magno y San Gregorio Nacianceno. En la actualidad (2000 A.D.) hay 33 Doctores, entre ellos tres mujeres (Santa Teresa de Ávila, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Lisieux).

LOS 33 DOCTORES DE LA IGLESIA
EN ORDEN ALFABÉTICO CON FECHAS Y REFERENCIAS

PADRES DE LA IGLESIA

Los "Padres de la Iglesia" son los mas insignes pastores, generalmente obispos (no siempre), de la Iglesia de los primeros siglos. Sus enseñanzas, en sentido colectivo, son consideradas por la Iglesia como fundamento indispensable de la doctrina ortodoxa cristiana. Por su cercanía a los Apóstoles nos presentan la correcta interpretación de las Sagradas Escrituras.

Los cuatro principales criterios para ser reconocido como "Padre de la Iglesia": antigüedad, ortodoxia, santidad, aprobación de la Iglesia. No todos los escritos de los Padres son ortodoxos sino solo aquellos en los que hay común acuerdo entre ellos. (Ej.: Orígenes y Tertuliano cayeron en serios errores pero no se niega el valor de sus obras anteriores.) El Papa Gelasio (Pontificado: 492-496) hizo una lista de autores aprobados que contiene las "obras de los santos Padres aceptadas por la Iglesia"

Los Padres se distinguen entre griegos (procedentes del Este) y latinos (del Occidente). Generalmente se considera que el último de los Padres latinos es Isidoro de Sevilla (560-636) y el último de los Padres del griegos es San Juan Damasceno (675-749).

El título de "Padres" ya era común en el siglo IV.

"Lo que nosotros enseñamos no es el resultado de nuestras reflexiones personales, sino lo que hemos aprendido de los Padres" -San Basilio

Al estudio de los Padres se le llama "Patrística" (cuando el estudio se centra en la doctrina) y "Patrología" (cuando se centra en la vida personal)

Padres Apostólicos: Estos son los Padres de la Iglesia que fueron discípulos directos de alguno de los Apóstoles. También se otorga este título a los Padres (siglo I, II) que constituyen un eslabón entre el Nuevo Testamento y los apologistas del segundo siglo. Los escritos de los Padres Apostólicos son considerados como un eco de la enseñanza de los Apóstoles. Ejemplo: San Policarpo, San Ignacio de Antioquía.

PADRES LATINOS
(en algunos casos hemos dejado el nombre en latín)

San Ambrosio, Obispo de Milán (340-97)
Arnobius, apologista (327)
San Agustín, Obispo de Hippo (354-430)
San Benito, Padre del Monasticismo Occidental (480-546)
San Caesarius, Arzobispo de Arles (470-542)
San Juan Casiano, abad, escritor ascético (360-435)
San Celestino I, Papa (m. 432)
San Cornelio, Papa (m. 253)
Continua en comentario

Santo Tomás de Aquino (c1225-74) Fiesta: 28 de enero Filósofo dominico y teólogo. Doctor de la Iglesia, llamado "Doctor Angélico".

Su humildad: Según el santo, el aprendió más arrodillándose delante del crucifijo que en la lectura de los libros. Su secretario Reginaldo afirmaba que la admirable ciencia de Santo Tomás provenía más de sus oraciones que de su ingenio. Aun en las más acaloradas discusiones exponía sus ideas con gran respeto y total calma; jamás se dejó llevar por la cólera aunque los adversarios lo ofendieran fuertemente. Su lema en el trato era: "Tratad a los demás como deseáis que los demás os traten a vosotros".

Amor a la Eucaristía
El Papa le encargó que escribiera los himnos para la Fiesta Corpus Christi. Así compuso el Pangelingua y el Tantumergo y varios otros cantos Eucarísticos clásicos.

Habiendo escrito Tomás bellos tratados acerca de Jesús Eucarístico, Jesús le dijo en visión: "Tomás, has hablado bien de Mi. ¿Qué quieres a cambio?". Respondió Tomás: "Señor: lo único que yo quiero es amarte, amarte mucho, y agradarte cada vez más".

Su devoción por la Virgen María era muy grande. En el margen de sus cuadernos escribía: "Dios te salve María". Compuso un tratado acerca del Ave María.

Final
El Sumo Pontífice lo envió al Concilio de Lyon, pero enfermó cerca de Roma y lo recibieron en el monasterio cisterciense de Fosanova. Cuando le llevaron por última vez la Sagrada Comunión exclamó: "Ahora te recibo a Ti mi Jesús, que pagaste con tu sangre el precio de la redención de mi alma. Todas las enseñanzas que escribí manifiestan mi fe en Jesucristo y mi amor por la Santa Iglesia Católica, de quien me profeso hijo obediente". Allí murió el 7 de marzo de 1274 a la edad de 49 años. Sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Tolouse un 28 de enero, fecha en la que se celebra su fiesta.

Canonizado en 1323, declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y patrón de las universidades católicas y centros de estudio en 1880.

Antonio de Padua Fiesta: 13 de junio Fraile franciscano, Doctor de la Iglesia (1195-1231)




San Antonio nació en Portugal, pero adquirió el apellido por el que lo conoce el mundo, de la ciudad italiana de Padua, donde murió y donde todavía se veneran sus reliquias.

León XIII lo llamó "el santo de todo el mundo", porque su imagen y devoción se encuentran por todas partes.

Llamado "Doctor Evangélico". Escribió sermones para todas las fiestas del año

"El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree" -San Antonio

"Era poderoso en obras y en palabras. Su cuerpo habitaba esta tierra pero su alma vivía en el cielo" -un biógrafo de ese tiempo.

Patrón de mujeres estériles, pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros. Se le invoca por los objetos perdidos y para pedir un buen esposo/a. Es verdaderamente extraordinaria su intercesión.

San Agustín Obispo de Hipona y doctor de la iglesia (354-430) . Llamado "Doctor de la Gracia"


Fiesta: 28 de agosto; memoria.
Patrón de los que buscan a Dios, teólogos, imprenta.
Aparece frecuentemente en la iconografía con el corazón ardiendo de amor por Dios.


Nació en Tagaste (África) el año 354, hijo de Santa Mónica; después de una juventud desviada doctrinal y moralmente, se convirtió, estando en Milán y el año 387 fue bautizado por el obispo San Ambrosio. Vuelto a su patria, llevó una vida dedicada al ascetismo, y fue elegido obispo de Hipona. Durante treinta y cuatro años, en que ejerció este ministerio, fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, con los que contribuyó en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana contra los errores doctrinales de su tiempo. Está entre los Padres mas influyentes del Occidente y sus escritos son de gran actualidad. Murió el año 430. Sus restos mortales se veneran en la Basílica de San Pedro (Pavia, Italia)

Algunas frases:


"Nos has hecho para ti, Señor,
y nuestro corazón estará insatisfecho hasta que descanse en ti"

"Señor, que todo mi corazón se inflame con amor por ti;
Haz que nada en mi me pertenezca y que no piense en mi;
Que yo queme y sea totalmente consumido en Ti;
Que te ame con todo mi ser, como incendiado por ti"
-San Agustín, Comentario al salmo 138

San Bernardo de Claraval (Clairvaux) Fiesta: 20 de agosto (1090-1153) Cisterciense, Doctor de la Iglesia


Fue el gran impulsor y propagador de la Orden Cisterciense y el hombre más importante del siglo XII en Europa.

Fundador del Monasterio Cisterciense del Claraval y de muchos otros.

Nació en Borgoña (Francia) en el año 1.090, en el Castillo Fontaines-les-Dijon. Sus padres eran los señores del Castillo y fue educado junto a sus siete hermanos como correspondía a la nobleza, recibiendo una excelente formación en latín, literatura y religión.

San Bernardo es, cronológicamente, el último de los Padres de la Iglesia, pero es uno de los que más impacto ha tenido en ella.

Fue declarado Santo en 1.173 por el Papa Alejandro III. Posteriormente, fue declarado Doctor de la Iglesia.

Santa Teresa de Jesús Contemplativa, fundadora de las Carmelitas Descalzas, Doctora de la Iglesia Fiesta: 15 de octubre


DICHOS DE SANTA TERESA DE JESÚS


"...Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados... tener a todos por mejores que nosotros..."


"Tener gran confianza... Quiere su Majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza e sí."

"Guíe su Majestad por donde quisiere. Ya no somos nuestros, sino suyos."



"Tu deseo sea de ver a Dios; tu temor, si le has de perder; tu dolor, que no le gozas, y tu gozo, de lo que te puede llevar allá, y vivirás con gran paz."

"Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos; mas no se da a sí del todo hasta que nos damos del todo".

"Quizás no sabemos qué es amar, y no me espantaré mucho; porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear en todo a Dios y procurar en cuanto pudiéremos, no ofenderle".

"Parezcámonos en algo a nuestro Rey, que no tuvo casa, sino en le portal de Belén adonde nació y la cruz adonde murió".

"Harta misericordia nos hace a todos los que quiere Su Majestad entendamos que es El, el que está en el Santísimo Sacramento. Mas que le vean descubiertamente y comunicar sus grandezas y dar de sus tesoros, no quiere sino a los que entiende que mucho desean, porque estos son sus verdaderos amigos".

"No hay que menester alas para ir a buscar a Dios, sino ponerse en soledad y mirarle dentro de sí".

"Quienes de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno favorecen, todo lo bueno lo dan, con los buenos se juntan siempre y los favorecen y defienden. "

"El amor de Dios no ha de ser fabricado en nuestra imaginación, sino probado por obras."

"No le parece que ha de haber cosa imposible a quien ama."

"Mire yo a mi Amado y mi Amado a mí; mire El por mis cosas y yo por las suyas. "

"Sólo amor es el que da valor a todas las cosas. "

"Siempre he visto en mi Dios harto mayores y más crecidas muestras de amor de lo que yo he sabido pedir ni desear. "

"¿Quien no temerá habiendo gastado gastado parte de la vida en no amar a su Dios? "

"¡Oh Señor y verdadero Dios mío! Quien no os conoce, no os ama. "

"Considero yo muchas veces, Cristo mío, cuán sabrosos y cuán deleitosos se muestran vuestros ojos a quien os ama, y Vos, Bien mío, queréis mirar con amor. "

"Use siempre hacer muchos actos de amor, porque encienden y enternecen el alma. "

"La perfección verdadera es amor de Dios y del prójimo. "

"Quien no amare al prójimo no os ama, Señor mío. "

"El amor de Dios es el árbol de la vida en medio del paraíso terrenal. "

El amor de Dios se adquiere resolviéndonos a trabajar y a sufrir por Él. "

"La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios es ver si amamos a nuestro prójimo. "

SAN JUAN DE LA CRUZ DOCTOR DE LA IGLESIA


1542-1591
fiesta: 14 de diciembre

Con Santa Teresa, reformador del Carmelo

Nació en Fontiveros, provincia de Ávila (España), hacia el año 1542. Pasados algunos años en la Orden de los carmelitas, fue, a instancias de santa Teresa de Avila, el primero que, a pa"A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición".
Algunos pensamientos de San Juan de la Cruz

"¡Oh dulcísimo amor de Dios mal conocido! El que halló sus venas, descansó!

"Mira que no reina Dios sino en el alma pacífica y desinteresada"

"Siempre el Señor descubrió los tesoros de su sabiduría a los mortales, mas ahora que la malicia va descubriendo mas su cara, mucho mas los descubre"

"Aunque el camino es llano y suave para quienes tienen buena voluntad: quien camina, caminará poco y con trabajo si no tiene buenos pies y ánimo y porfía animoso en eso mismo."rtir de 1568, se declaró a favor de su reforma, por la que soportó innumerables sufrimientos y trabajos. Murió en Úbeda el año 1591, con gran fama de santidad y sabiduría, de las que dan testimonio precioso sus escritos espirituales.

San Raphaël Arnáiz Barón



Rafael Arnáiz Barón nace en Burgos (España) el nueve de abril de 1911, y allí vive sus primeros años. Es el primogénito de los cuatro hijos de una familia enriquecida por hondas convicciones cristianas, que calarán profundamente en la personalidad del propio Rafael. Se educa en colegios dirigidos por la Compañía de Jesús, tanto en Burgos como en Oviedo, ciudad a la que se trasladó su familia en 1922, por exigencias profesionales de su padre.

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11 de octubre: canonización de Francisco Coll y Guitart y Rafael Arnáiz Barón

El Papa canonizará el 11 de octubre próximo a dos beatos españoles: el sacerdote de la Orden de Predicadores (Dominicos) Francisco Coll y Guitart –fundador de la Congregación de las Dominicas de la Anunciación- y el hermano Rafael Arnáiz Barón, religioso de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia. Así se ha confirmado en el Consistorio –para el voto de algunas causas de canonización- que ha presidido Benedicto XVI esta mañana en el Palacio Apostólico Vaticano.

En la misma celebración, en la citada fecha, el Santo Padre también inscribirá en el catálogo de santos de la Iglesia universal a los beatos Zygmunt Szczęsny Feliński –obispo, fundador de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Familia de María-; Jozef Damian de Veuster –el ‘apostol de los leprosos’, sacerdote de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María y de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento del Altar- y Marie de la Croix (Jeanne) Jugan –virgen, fundadora de la Congregación de las Pequeñas Hermanas de los Pobres-.

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