Amigos que pasan y dejan su huella aqui. Gracias por estar .Paz a tu corazon

Recuerda amigo cuando entras a la Casa de Dios pisas Tierra Sagrada.

La Casa de Dios es el lugar más Santo de todo el universo. Cada vez que entres ,recuerda que allí ,vive Jesús en el Sagrario y te espera con AMOR.

Vístete decorosamente, apaga tu celular y ten fe que todo lo que pidas, si eres respetuoso , piadoso en tus actitudes y posturas en el Templo, sera recibido por el Señor con agrado .

Y tu alma ya no será la misma.

Haz silencio. Busca cerrar tus ojos y quédate quieto. Dios esta en su Casa. El Amor puede hablarte íntimamente .

Mi deseo es que Dios se manifieste en ti.


Cristo Resucito, DIOS VIVE ENTRE NOSOTROS

viernes, 9 de abril de 2010

Santa Teresita del Niño Jesus y los soldados de la primera guerra mundial

...Al comenzar la Primera Guerra Mundial en 1914, ¡Santa Teresa apareció unas 40 veces en varios campo de batalla, algunas veces llevando una cruz en su mano, otras un sable! Los soldados la vieron; ella habla con ellos tranquilamente, resuelve sus dudas, vence sus tentaciones y calma sus temores. Ella los protege, los consuela y los convierte.

Los soldados franceses la invocaban como “mi pequeña hermana de las trincheras“, “el ángel de las batallas” y “mi querido pequeño Capitán“. Un soldado escribió, “De hecho, esa gentil Santa será la gran heroína de esta guerra“. Otro comentó, “Pienso en ella cuando truena el cañón con gran estruendo“.

Son innumerables las piezas de artillería y los aviones bautizados con el nombre de Hermana Teresa; regimientos enteros fueron consagrados a ella. En su convento de Lisieux, se encuentran Incontables reliquias de la santa que detuvieron milagrosamente balas de fusil como un real escudo, salvando las vidas de los soldados que las portaban. Ellas son un testimonio de los grandes prodigios de aquella que, de hecho, “murió con las armas en la mano“. [11]

Autor: Luis C. Azevedo
extraido
http://santateresitadelisieux.blogspot.

LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA . Hacela a las tres de la tarde Jesus prometio grandes gracias para aquellos que lo hagan

(se reza utilizando el rosario)

Jesús dijo a Sor Faustina (1, 197): Rezarás este rosario de la siguiente forma:

Primero, dirás un PADRENUESTRO, un AVEMARÍA y un CREDO.

Después, en las cuentas del rosario correspondientes al PADRENUESTRO, dirás las siguientes palabras:

Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.

En las cuentas del AVEMARÍA, dirás las siguientes palabras:

Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Para terminar, díganse tres veces estas palabras:

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

LA FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA. Este domingo acerca a la Misa y recibe la gracia del perdon de todos los pecados.


"Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión,
y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi misericordia."

Santa Faustina - D. 1109



Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. En silencio, atentamente miraba al Señor, mi alma estaba llena del temor, pero también de una gran alegría. Después de un momento, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero. (47)

Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y sobretodo, a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como Mi gloria. (48)

Cuando lo dije al confesor (48), recibí como respuesta que ese se refería a mi alma. Me dijo: Pinta la imagen de Dios en tu alma. Cuando salí del confesionario, oí nuevamente estas palabras: Mi imagen está en tu alma. Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia. (49)

Hija Mía, mira hacia el abismo de Mi misericordia y rinde honor y gloria a esta misericordia Mía, y hazlo de este modo: Reúne a todos los pecadores del mundo entero y sumérgelos en el abismo de Mi misericordia. Deseo darme a las almas, deseo las almas, hija Mía. El día de Mi Fiesta, la Fiesta de la Misericordia - recorrerás el mundo entero y traerás a las almas desfallecidas a la fuente de Mi Misericordia. Yo las sanaré y las fortificaré. (206)

Una vez, cuando el confesor me mandó preguntar al Señor Jesús por el significado de los dos rayos que están en esta imagen; contesté que sí, que se lo preguntaría al Señor.

Durante la oración oí interiormente estas palabras: Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas...

Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza.

Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios. Deseo que el primer domingo después de la Pascua de Resurrección sea la Fiesta de la Misericordia. (299)

+ Pide a Mi siervo fiel (132) que en aquel día hable al mundo entero de esta gran misericordia Mía; que quien se acerque ese día a la Fuente de Vida, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas. (300)

El primer domingo después de la Pascua de Resurrección, es decir, Fiesta de la Misericordia del Señor, clausura del Jubileo de Redención. Cuando fuimos a esta solemnidad, el corazón me latía de alegría por estar unidas estas dos solemnidades tan estrechamente. Pedí a Dios la misericordia para las almas pecadoras. Cuando terminó el oficio y el sacerdote tomó el Santísimo Sacramento para impartir la bendición, súbitamente vi al Señor Jesús con el mismo aspecto que tiene en esta imagen. El Señor impartió la bendición y los rayos se extendieron sobre todo el mundo. De repente vi una claridad inaccesible en forma de una habitación de cristal, tejida de ondas de luz impenetrable a cualquier criatura o espíritu. Para entrar en la claridad había tres puertas y en ese instante Jesús, con el mismo aspecto que tiene en la imagen, entró en aquel resplandor a través de la segunda puerta, hasta el interior de la unidad. Es la Unidad Trinitaria que es inconcebible, infinita. Oí la voz: Esta Fiesta ha salido de las entrañas de Mi misericordia y está confirmada en el abismo de Mis gracias. Toda alma que cree y tiene confianza en Mi misericordia, la obtendrá. Me alegré enormemente de la bondad y de la grandeza de mi Dios. (420)

No encontrará alma ninguna la justificación hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia y por eso el primer domingo después de Pascua ha de ser la Fiesta de la Misericordia. Ese día los sacerdotes han de hablar a las almas sobre Mi misericordia infinita. Dile al confesor que la imagen esté expuesta en la Iglesia y no en el convento dentro de la clausura. Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella. (570)

Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi misericordia. Si no adoran Mi misericordia, morirán para siempre. Secretaria de Mi misericordia, escribe, habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mi justicia. (965)

Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi misericordia. (1109)

En 1997, en peregrinación al Santuario de Jesús Misericordioso en Cracovia, ante la tumba de la Santa Faustina Kowalska, Juan Pablo II agradeció el haber podido "contribuir personalmente al cumplimiento de la voluntad de Cristo, mediante la institución de la fiesta de la Divina Misericordia", que de la Diócesis de Cracovia, donde él era Arzobispo, se difundió en tantas otras diócesis del mundo entero. Es difícil estimar cuántos millones de fieles, cada año, celebran en la Iglesia universal, bajo la guía de los propios Pastores, la fiesta de la Misericordia en el primer Domingo después de Pascua.

Realmente esta devoción de la Divina Misericordia se difundió rápidamente por un impulso divino, como Juan Pablo II dijo en el día de la beatificación de la Hna. Faustina, el 18 de abril de 1993: "¡Es verdaderamente maravilloso el modo en el que la devoción a Jesús Misericordioso se abre camino en el mundo contemporáneo y conquista tantos corazones humanos! Esto es, sin duda, un signo de los tiempos, un signo de nuestro siglo XX".

El Santo Padre, en la Audiencia general del 12 de enero de 1994, también decía que: "el mensaje de la Misericordia de Dios es una fuerte llamada a una confianza más viva, "Jesús, ¡confío en Ti!". Es difícil encontrar palabras más elocuentes de las transmitidas a nosotros por la Hna. Faustina". Por esto, "La Iglesia relee el Mensaje de la Misericordia para llevar con más eficacia a la generación de finales del milenio y las futuras, la luz de la esperanza" (Juan Pablo II en Cracovia, el 7 de junio de 1997). Para la hora de la Misericordia, baste recordar que el Señor dijo a la Hna. Faustina: "Cada vez que sientas el reloj dar las tres, acuérdate de introducirte totalmente en mi Misericordia, adorándola y exaltándola; invoca Su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los pobres pecadores, porque fue en aquella hora cuando fue abierta para todas las almas". Por la difusión del culto de la Divina Misericordia, Jesús confió que, "A las almas que difunden el culto de mi Misericordia, las protegeré toda la vida, como una tierna madre (protege) a su hijo todavía lactante y en la hora de la muerte no seré para ellas Juez, sino Salvador misericordioso"... "En aquella hora obtendrás todo para ti misma y para los demás; en aquella hora se otorgó gracia al mundo entero; la misericordia venció a la justicia".

Letanía de los Ángeles y de los Santos

Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santísima Trinidad que eres un solo Dios, ten misericordia de nosotros.



Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Reina de todos los Ángeles, ruega por nosotros.

Todos los Santos Angeles y Arcángeles, rueguen por nosotros.
Todos los santos coros de los bienaventurados Espíritus, rueguen por nosotros.
Santos Querubines, Ángeles de la Palabra, rueguen por nosotros.
Santos Tronos, Angeles de la Vida, rueguen por nosotros.
Santos Ángeles de la Adoración, rueguen por nosotros.
Santas Dominaciones, rueguen por nosotros.
Santas Potestades, rueguen por nosotros.
Santos Principados del Cielo, rueguen por nosotros.
Santas Virtudes, rueguen por nosotros.

San Miguel, ruega por nosotros.
Vencedor de Lucifer, ruega por nosotros.
Ángel de la fe y de la humildad, ruega por nosotros.
Preservador de la santa unción, ruega por nosotros.
Patrono de los moribundos, ruega por nosotros.
Príncipe de los ejércitos celestes, ruega por nosotros.
Compañero de las almas de los difuntos, ruega por nosotros.

San Gabriel, ruega por nosotros.
Santo Ángel de la Encarnación, ruega por nosotros.
Fiel mensajero de Dios, ruega por nosotros.
Ángel de la esperanza y de la paz, ruega por nosotros.
Protector de todos los siervos y siervas de Dios, ruega por nosotros.
Guardián del santo Bautismo, ruega por nosotros.
Patrono de los Sacerdotes, ruega por nosotros.

San Rafael, ruega por nosotros.
Ángel del Amor divino, ruega por nosotros.
Vencedor del enemigo malo, ruega por nosotros.
Auxiliador en la gran necesidad, ruega por nosotros.
Ángel del dolor y de la curación, ruega por nosotros.
Patrono de los médicos, de los caminantes y de los viajeros, ruega por nosotros.

Grandes Arcángeles Santos, rueguen por nosotros.
Ángeles del servicio ante el trono de Dios, rueguen por nosotros.
Angeles del servicio para los hombres, rueguen por nosotros.
Santos Angeles Custodios, rueguen por nosotros.
Auxiliadores en nuestras necesidades, rueguen por nosotros.
Luz en nuestra oscuridad, rueguen por nosotros.
Apoyo en todo peligro, rueguen por nosotros.
Exhortadores de nuestra conciencia, rueguen por nosotros.
Intercesores ante el trono de Dios, rueguen por nosotros.
Escudo de defensa contra el enemigo maligno, rueguen por nosotros.
Constantes compañeros nuestros, rueguen por nosotros.
Segurísimos conductores nuestros, rueguen por nosotros.
Fidelísimos amigos nuestros, rueguen por nosotros.
Sabios consejeros nuestros, rueguen por nosotros.
Ejemplos de nuestra obediencia, rueguen por nosotros.
Consoladores en el abandono, rueguen por nosotros.
Espejo de humildad y de pureza, rueguen por nosotros.
Angeles de nuestras familias, rueguen por nosotros.
Ángeles de nuestros Sacerdotes y pastores, rueguen por nosotros.
Angeles de nuestros niños, rueguen por nosotros.
Ángeles de nuestra tierra y Patria, rueguen por nosotros.
Ángeles de la Santa Iglesia, rueguen por nosotros.
Todos los Santos Angeles, rueguen por nosotros.
Asístannos en la vida, rueguen por nosotros.
Asístannos en la muerte, rueguen por nosotros.

San Juan Bautista, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Todos los Santos Patriarcas y Profetas, rueguen por nosotros.
San Pedro, ruega por nosotros.
San Pablo, ruega por nosotros.
San Andrés, ruega por nosotros.
San Juan, ruega por nosotros.
Santo Tomás, ruega por nosotros.
Santiago, ruega por nosotros.
San Felipe, ruega por nosotros.
San Bartolomé, ruega por nosotros.
San Mateo, ruega por nosotros.
San Simón, ruega por nosotros.
San Tadeo, ruega por nosotros.
San Matías, ruega por nosotros.
San Bernabé, ruega por nosotros.
San Lucas, ruega por nosotros.
San Marcos, ruega por nosotros.
Todos los santos Apóstoles y Evangelistas, rueguen por nosotros.
Todos los santos Discípulos del Señor, rueguen por nosotros.
Todos los santos Inocentes, rueguen por nosotros.
San Esteban, ruega por nosotros.
San Lorenzo, ruega por nosotros.
San Vicente, ruega por nosotros.
San Fabián y San Sebastián, rueguen por nosotros.
San Juan y San Pablo, rueguen por nosotros.
San Damián y San Cosme, rueguen por nosotros.
San Gervasio, ruega por nosotros.
Todos los santos Mártires, rueguen por nosotros.
San Silvestre, ruega por nosotros.
San Gregorio, ruega por nosotros.
San Ambrosio, ruega por nosotros.
San Agustín, ruega por nosotros.
San Jerónimo, ruega por nosotros.
San Martín, ruega por nosotros.
San Nicolás, ruega por nosotros.
Todos los santos Pontífices y Confesores, rueguen por nosotros.
Todos los santos Doctores, rueguen por nosotros.
San Antonio, ruega por nosotros.
San Benito, ruega por nosotros.
San Bernardo, ruega por nosotros.
Santo Domingo, ruega por nosotros.
San Francisco de Asís, ruega por nosotros.
San Francisco Javier, ruega por nosotros.
San Ignacio, ruega por nosotros.
San Enrique, ruega por nosotros.
Santo Toribio, ruega por nosotros.
San José de Calasanz, ruega por nosotros.
Todos los santos Sacerdotes y Levitas, rueguen por nosotros.
Todos los santos Monjes y Ermitaños, rueguen por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
Santa Agueda, ruega por nosotros.
Santa Lucía, ruega por nosotros.
Santa Inés, ruega por nosotros.
Santa Cecilia, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros.
Santa Rita, ruega por nosotros.
Santa Catalina, ruega por nosotros.
Santa Anastasia, ruega por nosotros.
Santa Rosa de Lima, ruega por nosotros.
Santa Teresa de los Andes, ruega por nosotros.
San Alberto Hurtado, ruega por nosotros.
Todas las santas Vírgenes, y Viudas, rueguen por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rueguen por nosotros.

Muéstrate propicio, perdónanos, Señor,
Muéstrate propicio, óyenos, Señor,
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De tu ira, líbranos, Señor.
De una muerte repentina e imprevista, líbranos, Señor.
De las asechanzas del demonio, líbranos, Señor.
De toda ira, odio y mala voluntad, líbranos Señor.
Del espíritu de fornicación, líbranos Señor.
Del rayo y de la tempestad, líbranos Señor.
De la muerte eterna, líbranos Señor.
Por el misterio de tu santa Encarnación, líbranos, Señor.
Por tu venida, líbranos, Señor.
Por tu Natividad, líbranos, Señor.
Por tu Bautismo y santo ayuno, líbranos, Señor.
Por tu Cruz y Pasión, líbranos, Señor.
Por tu Muerte y Sepultura, líbranos, Señor.
Por tu santa Resurrección, líbranos, Señor.
Por tu admirable Ascensión, líbranos, Señor.
Por la venida del Espíritu Santo Consolador, líbranos, Señor.

Que levantes nuestros corazones a desear las cosas celestiales, te rogamos, Señor.
Que te dignes recompensar con bienes eternos a todos nuestros bienhechores, te rogamos, Señor.
Que libres de la muerte eterna a nuestras almas y las de nuestros hermanos y parientes, te rogamos, Señor.
Que te dignes darnos y conservarnos los frutos de la tierra, te rogamos, Señor.
Que te dignes conceder el eterno descanso a todos los fieles difuntos, te rogamos, Señor.
Que te dignes oírnos, te rogamos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, óyenos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.
Y no nos dejes caer en la tentación. Líbranos, Señor, de todo mal. Amén

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Aqui estoy solo para Glorificar a Dios y hacerlo Amar.