Amigos que pasan y dejan su huella aqui. Gracias por estar .Paz a tu corazon

Recuerda amigo cuando entras a la Casa de Dios pisas Tierra Sagrada.

La Casa de Dios es el lugar más Santo de todo el universo. Cada vez que entres ,recuerda que allí ,vive Jesús en el Sagrario y te espera con AMOR.

Vístete decorosamente, apaga tu celular y ten fe que todo lo que pidas, si eres respetuoso , piadoso en tus actitudes y posturas en el Templo, sera recibido por el Señor con agrado .

Y tu alma ya no será la misma.

Haz silencio. Busca cerrar tus ojos y quédate quieto. Dios esta en su Casa. El Amor puede hablarte íntimamente .

Mi deseo es que Dios se manifieste en ti.


Cristo Resucito, DIOS VIVE ENTRE NOSOTROS

jueves, 27 de enero de 2011

Santa Juana de Arco

VATICANO, 26 Ene. 11 / 09:53 am (ACI)

En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Benedicto XVI resaltó que Santa Juana de Arco -condenada a morir en la hoguera en 1431 por jueces "incapaces de ver la belleza de su alma-, constituye "un ejemplo de santidad para los laicos comprometidos en la vida política, sobre todo en las situaciones más difíciles".
En el Aula Pablo VI el Papa destacó que Juana de Arco es una de "las mujeres fuertes que al final de la Edad Media, llevaron sin miedo la gran luz del Evangelio en las complejas peripecias de la historia".
Hija de campesinos acomodados, su vida se enmarca en el conflicto bélico que se conoce como la Guerra de los Cien Años, entre Francia e Inglaterra. A los 13 años, Juana sintió a través de la "voz" de San Miguel Arcángel "la llamada del Señor a intensificar su vida cristiana, y también a comprometerse en primera persona por la liberación de su pueblo".
Juana hace voto de virginidad y redobla sus oraciones, participando con un nuevo empeño en la vida sacramental. "La compasión y el compromiso de la joven campesina francesa ante los sufrimientos de su pueblo son todavía más intensos gracias a su relación mística con Dios. Uno de los aspectos más originales de la santidad de esta joven es este lazo entre experiencia mística y pasión política".
Al principio de 1429 Juana comienza su acción y superando todos los obstáculos encuentra al delfín de Francia, el futuro rey Carlos VII, que en Poitiers la somete a un examen por parte de algunos teólogos que "expresan un juicio positivo; en ella no hay nada malo, es una buena cristiana".
El 22 de marzo de ese mismo año Juana dicta una carta al Rey de Inglaterra y a sus hombres que asedian la ciudad de Orleáns. "su propuesta es de verdadera paz en la justicia entre dos pueblos cristianos, invocando los nombres de Jesús y María", dijo el Papa. Pero es rechazada y Juana debe luchar por la liberación de la ciudad. Otro momento importante es la coronación del Rey Carlos en Reims el 17 de julio de 1429.
El Papa Benedicto recuerda luego que la pasión de Juana comienza el 23 de mayo de 1430 cuando cae prisionera de sus enemigos en Compiegne y es conducida a la ciudad de Rouen, donde tendrá lugar su largo y dramático proceso que concluye con la condena a muerte.
El Santo Padre indica que al frente del proceso estuvieron dos importantes jueces eclesiásticos: el Obispo Pierre Cauchon y el inquisidor Jean le Maistre, pero en realidad lo conducen un grupo de teólogos de la Universidad de París, "eclesiásticos franceses que pertenecen al grupo político opuesto al de Juana y que tienen a priori un juicio negativo sobre su persona y su misión".
"Este proceso es una página terrible en la historia de la santidad y también una página que ilumina el misterio de la Iglesia, que al mismo tiempo es siempre santa y siempre necesitada de purificación".
"A diferencia de los santos teólogos que habían iluminado la Universidad de París, como Buenaventura, Tomás de Aquino o Duns Escoto, estos jueces son teólogos que carecen de caridad y humildad para ver en esta joven la acción de Dios" y no ven "que los misterios de Dios son revelados en el corazón de los pequeños mientras permanecen ocultos a los sabios y doctos. Los jueces de Juana son radicalmente incapaces de comprenderla, de ver la belleza de su alma".
Juana muere en la hoguera el 30 de mayo de 1431, con un crucifijo en las manos e invocando el nombre de Jesús. Veinticinco años después, el Proceso de Anulación abierto por Calixto III "concluye con una sentencia solemne que declara nula la condena y resalta la inocencia de Juana y su perfecta fidelidad a la Iglesia. Juana de Arco será canonizada en 1920 por Benedicto XV".
"El Nombre de Jesús que la Santa invocó hasta en los últimos instantes de su vida terrenal era como el continuo respiro de su alma, el centro de su vida. Esta Santa había entendido que el Amor abraza toda la realidad de Dios y del ser humano, del cielo y de la tierra, de la Iglesia y del mundo".
"La liberación de su pueblo es una obra de justicia humana que cumple en caridad, por amor de Jesús. El suyo es un hermoso ejemplo de santidad para los laicos comprometidos en la vida política, sobre todo en las situaciones más difíciles".
"En Jesús -prosiguió el Papa- Juana contempla también toda la Iglesia, la Iglesia triunfante del cielo, como la Iglesia militante en la tierra. Según sus palabras, 'es todo uno Nuestro Señor y la Iglesia'. Esta afirmación tiene un carácter realmente heroico en el contexto del proceso de condena, frente a sus jueces, hombres de iglesia que la persiguieron y condenaron".
Finalmente el Santo Padre señaló que "con su luminoso testimonio Juana nos invita a una medida alta de la vida cristiana: hacer de la oración el hilo conductor de nuestras jornadas; tener plena confianza en cumplir la voluntad de Dios, cualquiera que sea, vivir la caridad sin favoritismos, sin limites y sacar fuerzas del amor a Jesús para amar profundamente a su Iglesia".

Etiquetas

Aqui estoy solo para Glorificar a Dios y hacerlo Amar.