Amigos que pasan y dejan su huella aqui. Gracias por estar .Paz a tu corazon

Recuerda amigo cuando entras a la Casa de Dios pisas Tierra Sagrada.

La Casa de Dios es el lugar más Santo de todo el universo. Cada vez que entres ,recuerda que allí ,vive Jesús en el Sagrario y te espera con AMOR.

Vístete decorosamente, apaga tu celular y ten fe que todo lo que pidas, si eres respetuoso , piadoso en tus actitudes y posturas en el Templo, sera recibido por el Señor con agrado .

Y tu alma ya no será la misma.

Haz silencio. Busca cerrar tus ojos y quédate quieto. Dios esta en su Casa. El Amor puede hablarte íntimamente .

Mi deseo es que Dios se manifieste en ti.


Cristo Resucito, DIOS VIVE ENTRE NOSOTROS

lunes, 19 de abril de 2010

Compartiremos poemas, dichos y todo sobre San Juan de la Cruz en este panel


¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
¡rompe la tela de este dulce encuentro!

¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado,
que a vida eterna sabe,
y toda deuda paga!
Matando, muerte en vida la has trocado.

¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su Querido!

¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!

(San Juan De La Cruz. Poema 3. Obras Completas, p. 56)

1 comentario:

  1. 1. En una noche oscura,
    con ansias, en amores inflamada,
    ¡oh dichosa ventura!,
    salí sin ser notada
    estando ya mi casa sosegada.

    2. A oscuras y segura,
    por la secreta escala, disfrazada,
    ¡oh dichosa ventura!,
    a oscuras y en celada,
    estando ya mi casa sosegada.

    3. En la noche dichosa,
    en secreto, que nadie me veía,
    ni yo miraba cosa,
    sin otra luz y guía
    sino la que en el corazón ardía.

    4. Aquésta me guiaba
    más cierto que la luz de mediodía,
    adonde me esperaba
    quien yo bien me sabía,
    en parte donde nadie parecía.

    5. ¡Oh noche que guiaste!
    ¡oh noche amable más que el alborada!
    ¡oh noche que juntaste
    Amado con amada,
    amada en el Amado transformada!

    6. En mi pecho florido,
    que entero para él solo se guardaba,
    allí quedó dormido,
    y yo le regalaba,
    y el ventalle de cedros aire daba.

    7. El aire de la almena,
    cuando yo sus cabellos esparcía,
    con su mano serena
    en mi cuello hería
    y todos mis sentidos suspendía.

    8. Quedéme y olvidéme,
    el rostro recliné sobre el Amado,
    cesó todo y dejéme,
    dejando mi cuidado
    entre las azucenas olvidado.

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Querido hermano en Cristo espero tus palabras. Entre todos nos unimos en comunion de oracion.
Un abrazo

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