Amigos que pasan y dejan su huella aqui. Gracias por estar .Paz a tu corazon

Recuerda amigo cuando entras a la Casa de Dios pisas Tierra Sagrada.

La Casa de Dios es el lugar más Santo de todo el universo. Cada vez que entres ,recuerda que allí ,vive Jesús en el Sagrario y te espera con AMOR.

Vístete decorosamente, apaga tu celular y ten fe que todo lo que pidas, si eres respetuoso , piadoso en tus actitudes y posturas en el Templo, sera recibido por el Señor con agrado .

Y tu alma ya no será la misma.

Haz silencio. Busca cerrar tus ojos y quédate quieto. Dios esta en su Casa. El Amor puede hablarte íntimamente .

Mi deseo es que Dios se manifieste en ti.


Cristo Resucito, DIOS VIVE ENTRE NOSOTROS

jueves, 18 de agosto de 2011

Padre Pio

 


   Es Cristo Jesús que Padre Pio puerta en su cuerpo estigmatizado. Es siempre Cristo, con Su Corazón ardiente de amor, que vive en su corazón trasverberado, donándolo, a su vez, con la palabra y el amor sacerdotal, a las miríadas de almas que recurren a Él. Muchas de ellas lo seguirán en el camino emprendido, consagrándose a Dios. 
Donato Calabrese
 
  Junio es el mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo culto, risalente a la tarda edad media, se difundió sobretodo en el siglo XVII, en consecuencia de las apariciones de Jesús a Santa Margherita Maria Alacoque.   
   Uno de los grandes devoto del Sagrado Corazón es Padre Pio de Pietrelcina. Uno de los momentos cruciales de su vida es atado a una aparición de Jesús y es bien representado sobre la en la ventana historiada del la pequeña iglesia de Santa a Anna en Pietrelcina. Francesco tiene cinco o seis años, y es recogido en ruego en el pequeño templo del Burgo Castillo, cuando ve aparecer uno extraño personaje cerca del altar. Es el Sagrado Corazón de Jesús que lo mira colmado de cariño, haciendole señalo de acercarse.  
   Levantado, Francesco se dirige lentamente hacia de Él. Sus ojos inocentes y puros se encuentran con los de Jesús. Francesco se arrodilla delante, mientras que Jesús lo bendice poniéndole delicadamente su mano sobre la cabeza. En este momento íntimo y conmovedor de su infancia, en su corazón es instilado el germen de aquella contemplación infusa que lo devolverá excepcional y visible icono de las maravillas de Cristo y de Su Pasión. De ahora en luego Francesco Forgione vivirá todo para Jesús, sólo deseando de ser otro Jesús, todo Jesús, siempre Jesús", como confiará después muchos años a Cleonice Morcaldi, su hija espiritual.  
   Padre Pio siempre custodiará celosamente, en su corazón, el tesoro escondido de esta aparición del Sagrado Corazón. Toda su existencia será una carrera incesante hacia el amor de Cristo; una identificación vital, un cambio de los corazones, con la presencia de Jesús en su corazón y la suya en el corazón de Cristo. He aquí las causas y los efectos inefables de la unión transformante, por la  que lo que es más profundo en el hombre, y es decir el corazón, se encuentra y se identifica con lo que es de más profundido en Cristo: su corazón, imagen visible de lo que supera cada percepción: su amor misericordioso. Es esta comunión de los corazones que el apóstol Paolo empujó a proclamarles a los cristianos de Galazia: "Ya no soy yo que vivo, es Cristo que me vive en mí". Y es esta unión que le permite a Padre Pio de vivir intensamente, en su querida Pietrelcina, la experiencia mística de la fusión de su corazón con aquel de Cristo: “Con mucho esfuerzo y sufrimiento, me fui a la iglesia para celebrar. Acabada la misa, me retuve con Jesús para el rendimiento de gracias. ¡Ay cuánto fue suave el coloquio con el paraíso en esta mañana! Fue tal que incluso queriendo probarme a querer dir todo no lo podría; hubieron cosas que no pueden traducirse en un lenguaje humano, sin perder su sentido profundo y celeste. El corazón de Jesús y mi corazón, se derritieron. No fueron dos más los corazones que golpearon, pero un solista. Mi corazón desapareció, como una gota de agua que se extravía en un mar. Jesús n'era el paraíso, el rey. La alegría en mí fue sí intensa y sí profunda, que más no [yo] pude contener; las lágrimas más deliciosas me inundaron el rostro".  
   Aquella de Padre Pio es una espiritualidad focalizada sobre la contemplación de la humanidad de Jesús. Querer a Jesús es sentir el propio corazón palpitar al unísono con su corazón: "También entre muchos sufrimientos - le escribe al Director espiritual - soy feliz porque me pareces de sentir mi corazón palpitar con el de Jesús." 
   Es Cristo Jesús que Padre Pia puerta en su cuerpo estigmatizado. Es siempre Cristo, con Su Corazón ardiente de amor, que vive en su corazón trasverberado, donándolo, a su vez, con la palabra y el amor sacerdotal, a las miríadas de almas que recurren a Él. Muchas de ellas lo seguirán en el camino emprendido, consagrándose a Dios. A una de estas almas, Maria Gargani Padre Pio escribirá: “Jesús ha elegido tu alma para ser la benjamina de su Corazón adorable. En este Corazón tú tienes que esconderte; en este Corazón desahogar tus ardientes deseos; en este Corazón todavía vivir aquellos días que la providencia te concederá; en este Corazón morir, cuando al Dios gustará".  
   A otra hija espiritual, Padre Pio preguntará de entregarse toda a Jesús, siempre acordándose de siempre pertenecer a Él: "Él pensará en sustentarte, y ayudarte. A menudo renueva tal dedicación y como auténtico anillo de su sacratissimo Corazón, depende de sus señas, de sus deseos que se manifestarán en tu" corazón.  
   El ruego preferido por Padre Pio, aquéllos que se sustenta sobre la Palabra de Jesús presiente en los Evangelios, es el rosario del Sagrado Corazón, rezado para todos los que se entregan siempre a sus ruegos. La extraordinaria eficacia de la intercesión cerca del Corazón de Cristo no está sino el fruto producido por el connubio entre tal ruego y el total abandono a la voluntad Divina, expresión de un amor todo donado, hasta la última gota de sangre fluida por sus estigmas, al Novio Divino, vida del alma que “muere”.   

1 comentario:

Querido hermano en Cristo espero tus palabras. Entre todos nos unimos en comunion de oracion.
Un abrazo

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Aqui estoy solo para Glorificar a Dios y hacerlo Amar.