Las consecuencias del amor
Teresa del Niño Jesús, cuya fiesta celebramos el 1 de octubre, es Doctora de la infancia espiritual hecha de humildad, confianza y amor. Doctora de amor, esencia de la comunión con Dios, del valor de las cosas pequeñas y de la vida de fe
“Como el águila incita a su nidada revolando sobre los polluelos, así extendió el Señor sus alas sobre ella, la tomó y la llevó sobre sus plumas" Deuteronomio 32,11.
Cuando se mira a cierto nivel de profundidad, se aprecia el fenómeno prodigioso en la historia de la familia de Santa Teresa del Niño Jesús, de que cada uno de los Martin tiene su lugar en íntima conexión con el de los demás. Y esta historia continúa... Tres generaciones familiares han pedido a Dios un misionero. Con su oración han conseguido que Teresita fuera misionera. Abuelos, padres, hermanitas, todos constantemente se reúnen en oración para que el Señor les conceda un nieto, un hijo, un hermano, misionero. La oración se intensifica cuando viviendo en los Buissonets de Lisieux, se espera, después de cinco niñas, el nacimiento del misionero. Aún no existen, por supuesto, ecografías. Todos reunidos esperando la noticia del médico, que anuncia a la familia expectante: "Será misionera".
UNA MONJA DE CLAUSURA, PATRONA DE LAS MISIONES
En el siglo XX, en una época caracterizada por una prodigiosa transformación del mundo, una joven, que vivió durante nueve años enclaustrada en un Carmelo desconocido, cuando ya san Pío X, la había llamado «la santa más grande de los tiempos modernos», fue proclamada por Pío XI, en 1927, patrona de todas las misiones, junto con el jesuita san Francisco Javier.
De una parte es admirable el poder de la oración familiar de tres generaciones. De otra, la audacia y profecía de Pío XI, concediendo tal título a una monjita de clausura, que no salió nunca de su monasterio. Con este gesto llamó la atención de que la fe se propaga y extiende, no sólo por la actividad, sino también y fundamentalmente, por la contemplación. Juan Pablo II confirma la doctrina concediéndole el título de DOCTORA, en esta hora, aún confusa. Como Patrona de las Misiones propicia la acción evangelizadora; como Doctora, pone en orden la inteligencia y el convencimiento, resalta el criterio y cataloga los valores, es maestra. Su doctorado versa sobre el AMOR. Y eso sólo ya lleva a la sencillez, que no superficialidad, de su CAMINITO.
Santa Teresa del Niño Jesús y su "Caminito"
Se llama caminito porque prescinde de los caminos extraordinarios, y demuestra el estado de infancia ante Dios y porque es corto en cuanto renuncia a distancias que se pueden medir. No es caminito porque es el que recorren las personas imperfectas. La misión de santa Teresa del Niño Jesús será enseñar su caminito: "Presiento que voy a entrar en el descanso, pero sobre todo presiento que mi misión va a comenzar: la misión de hacer amar a Dios como yo le amo, de entregar mi caminito a las almas".
El caminito de Teresa es el primer mandamiento cumplido con toda verdad.
Tras la anestesia puedes cortar lo que quieras. El amor de Dios adormece los apetitos. Ella nos cuenta que cuando ve a su Dios mendigo de amor no lo puede resistir. El crucifijo del patio le mendiga sacrificios. Pero su amor es tan delicado que quiere ser "imitación de la humilde violeta, que derrama su aroma sin que las criaturas sepan de dónde viene el perfume. Lo ha aprendido en su Maestro y consanguíneo, San Juan de la Cruz.
Para no afligirle no llorará delante de Dios. «¿Llorar delante de Dios? No, para no entristecerle» . Por lo mismo sonreirá durante las disciplinas. Quiere coger a Jesús por el Corazón. Si un niño se echa al cuello de su madre... todo lo consigue. Y esto vale para todos, aunque fuera una gran pecadora como Magdalena o el buen ladrón.
Jesús Marti Ballester
CREO
Hace 7 años
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Querido hermano en Cristo espero tus palabras. Entre todos nos unimos en comunion de oracion.
Un abrazo